martes, 6 de septiembre de 2011

7. Un Paseo


Unas semanas después

No había ni rastro de Cesar; pero en cambio me había hecho muy buena amiga de Daniel, el amigo de mi tío Darwim. El tocaba la guitarra como un Dios y me enseño algunas cosas que se me habían olvidado sobre ella, ya que yo preferiría tocar el violín y el piano.

- Vamos Kamil sal conmigo esta noche. - dijo Daniel, el era muy guapo pero no me gustaba mucho adelantarme de esa forma. - por Favor.

- Esta bien Daniel, ¿a dónde me llevaras? - accedí.

- ¡Si! - hizo una señal de triunfo. - será una sorpresa.

- ¡Nada de sorpresas! - dije.

- ¿No te gustan las sorpresas? - me interrogo.

- Yo nací por sorpresa, y no sé porque no me gustan. - le respondí.

Era cierto yo había nacido por sorpresa, dos meses antes de lo esperado, no había nacido prematura, solo me había desarrollado más rápido que cualquier bebé nacido de vampiros, porque hacia mas de mil años que no nacía una niña entre los vampiros, nadie espero que yo fuera niña, todos esperaban a un niño.

- Que raro, bueno, te llevare a un lugar especial, no tiene nombre, así que... - lo interrumpí.

- ¡Dime que es! - exigí saber.

- Es un lugar especial, ya te dije; es en el lago. - yo adoraba el lago.

- ¡Oh! Adoro el lago. - el sonrió de oreja a oreja.

Me tomo de la mano y en un segundo estábamos fuera de la casa, ya era de noche, y hacia frio, pero yo estaba bien abrigada, un blue jeans, y una camisa mangas largas.

- Sube a mi espalda. - dijo agachándose de espaldas para que yo subiera, me subí con cuidado y pase mis brazos por su cuello, ya yo sabía lo que tenía que hacer, mi papá solía sacarme a pasear siempre sobre su espalda, cuando era pequeña. - Agárrate bien.

En cuestión de dos minutos ya estábamos frente al lago, el paro por un rato, y observe como tomaba impulso para volver a correr, y lo hizo, pero estaba corriendo sobre el agua, algo que mi padre, nunca había hecho, o al menos no conmigo encima.

Llegamos a tierra, y Daniel me bajo de su espalda.

- Este es mi lugar especial. - dijo y yo observe todo a mi alrededor.

Desde ese sitio se contemplaba todo el lago, se veían las luces de la ciudad reflejadas en él; el cielo, era esplendido, la luna se veía hermosa, completamente llena, y esta también se reflejaba en el lago.

- Es maravilloso Daniel. - pause para echar otro vistazo. - ¿Como hiciste eso?

- ¿Hacer qué? - pregunto.

- Correr sobre el agua, Daniel. - dije aun impactada por lo que había sucedido.

- No es difícil, bueno, tengo años de práctica, al principio me hundía. - me explico.

- Cuando me transforme tienes que enseñarme. - le guiñe un ojo.

- Eres hermosa Kamil... - me tomo la mano. - Tus ojos, son hermosos.

Me recordó que mis ojos eran azules, idénticos a los de mi padre, pero en el físico me parecía más a mi madre, mi cabello castaño, y mi piel tenía un tono latino, igual que la piel de ella, antes de transformarse en vampiro.

- Gracias. - le dije, seguro me había sonrojado.

Me guio para que nos sentáramos, el se hecho para atrás y se dejo caer de espaldas en el pasto.

Pasaron las horas, ya era tarde.

- Daniel, vámonos, mañana tengo que levantarme temprano, recuerda que no soy vampiresa. - dije.

- Este bien. - se levanto de donde estaba sentado y se agacho. - sube.

Corrimos a casa y al llegar sentado en los escalones de la puerta de entrada estaba Cesar, que al vernos, se levanto y entro a la casa.

- Nos vemos después Kamil. - dijo Daniel después de echarle una mirada a Cesar que se había vuelto con la puerta de la casa abierta; enseguida mi nuevo amigo había echado a correr.

Yo camine con desdén hacia la puerta, entre y Cesar cerró la puerta.

- ¿Donde estabas? - me interrogo.

A el que le importaba, el había pasado tres semanas fuera de la casa y no había dado ni una señal de vida.

- No es de tu incumbencia. - le dije y seguí caminando.

Sentí sus pisadas detrás de mí y me volví.

- Cesar, estaba dando un paseo ¿si? - le dije, no sabía porque tenía que darle explicaciones.

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