miércoles, 29 de febrero de 2012

23. Recuerdos y Más Recuerdos


*Diciembre*

Cada día me daba cuenta de que me encariñaba cada vez más con mis alumnos del instituto, todos aprendían muy rápido, y me trataban con un gran cariño, todos eran niños muy felices y honestos. Sus padres me amaban, decían que yo era la mejor profesora que sus hijos poden tener, y yo a todos les decía lo mismo: puede que lo sea, pero todo eso es gracias a los maestros que tuve en mi infancia, mis padres.

Estos meses Danny se volvió indispensable para mi, siempre estábamos juntos, pero aun así Cesar seguía rondando a través de mis pensamientos.

- Kamil, ¿Que quieres de regalo de navidad? - pregunto mi madre al otro lado de la cocina, yo me encontraba sentada en el mesón.

- Mamá, si te dijera que quiero, no sería un regalo. - pause. - Regálame algo que te salga del corazón.

- Vamos nena, ahora que has crecido tanto, no sé que regalarte, tu padre tampoco. - dijo acercándose a mí. - Él quiere algo especial, algo que nunca ellas tenido.

- ¿Un Jacuzzi? - bromeé.

- ¿Quiere uno? Lo podemos mandar a poner. - mi mamá sin dudas no era buena reconociendo las bromas.

- ¡Mamá! No hablaba en serio. - le dije. - No quiero algo material ¿Sabes?

- Mi niña, pero puede ser algo material con un gran significado. - menciono, entonces observe en su rostro esa mirada que ponía cada vez que se le ocurría algo. - Perfecto, me has dado una buena idea. - dijo y se esfumo.

¿Una idea? Yo no había dicho nada, pero ya sabía cómo era mamá, una sola palabra la hacía imaginar muchas cosas.

Camine hasta el piano de mis padres en la sala de estar y me aproxime a tocar; Ellos me habían contado que ese piano tenía mucho mas de doscientos años, y tenía un gran valor sentimental para ambos, ellos y sus historias, siempre maravillados con todo lo que les había sucedido, primero mi madre muere en el siglo xix, doscientos años después re-encarna, diez y ocho años más tarde vuelve a conocer a mi padre (quien se había transformado en vampiro hacia doscientos años) ella se trasforma en vampiro, meses más tarde se casa, tres años después, tiene una hija, a la cual no esperaban, ya que nadie pensó que fuera a ser una bebé en vez de un bebé, sin ninguna duda a ellos les habían sucedió muchas cosas.

Mientras tocaba se me vinieron muchas cosas a la mente, ¿Que habría sucedido si yo jamás me hubiese ido a Inglaterra? Tal vez nada hubiese sucedido, tal vez Cesar nunca se hubiera dado cuenta de sus sentimientos por mí, y tal vez así hubiese sido mejor.

*Cinco Años Antes*

Estaba en el aeropuerto, con toda mi familia, estaba ansiosa por ir a Inglaterra, mi sueño estaba por hacerse realidad.

- Hija, te visitare cada vez que pueda. - dijo mi madre.

- Cada vez que podamos. - corrigió mi padre, y ambos me abrazaron.

Mi Tío Darwim y mi tía Anny se acercaron a mí, ella con Samuel el brazos, aun tenía tres años.

- Te extrañaremos pequeña. - dijeron los dos en coro.

- Mi cantante. - dijo Samuel y puso ojitos de perrito triste.

Cesar estaba sentado y no se levantaba.

- Nena, búscate un Ingles y Cásate. - dijo Axel, mi padre le dio un fuerte codazo.

- Lo hare. - dije entre risas y mi padre me miro con fiereza, esta vez mi madre le dio un codazo a él.

- Pero que sea Vampiro, si no, no lo aceptare. - dijo Andrea acercándose para abrazarme.

- Este bien. - dije y la solté.

Mire a Cesar y este se levanto.

- Me dejaras solo. - dijo abrazándome.

- Solo por tres años, veras que se pasaran volando. - le dije. - Te extrañare hermano mayor.

- Yo también te extrañare tonta malcriada. - me dijo y yo lo golpeé.

- Te he dicho que no me digas así. - le dije y él me guiño un ojo.

Ese día todos me despidieron llenos de cariño, éramos una familia completamente feliz.

Mientras atravesaba las puertas de salida mi tía Anny abrazo a su hijo mayor, mi primo, y yo me sentí sola, ya no tendría a mi mejor amigo durante esos tres años.

martes, 28 de febrero de 2012

22. Hasta Pronto


Pude observar que Cesar le había hablado a mi tía Anny, y ella lo abrazo, me había hecho caso.
Llego la media noche y todos se habían ido a sus respectivas habitaciones.
Yo aun me encontraba en la sala hablando con Daniel.
- Me haces feliz Kamil. - me dijo.
¿Que debía responder a eso? ¿Acaso tenía que decirle que él me hacia feliz cuando no era así?
- No es para tanto. - le dije y él me miro de una forma muy extraña.
- Si, lo es, eres la persona que mas me hace feliz. - cada vez me sentía peor, me hacía sentir una mala persona.
- Basta, me sonrojas. - le dije.
Él me beso e informo que se iría; al él irse, subí rápido las escaleras hasta mi habitación.
Entre rápido y cerré la puerta con cuidado.
Y me deslice de espaldas en ella, hasta que caí en el suelo.
- ¿Que sucede? - escuche la voz de Cesar, observe en la dirección en que la había escuchado, estaba sentado en mi cama.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunte sin levantarme del piso.
Corrió hacia donde yo estaba.
- ¿Que te hizo ese Daniel? - me interrogo, yo lo mire con incredulidad.
- ¡Cesar! Danny no me hizo nada, y no me hará. - le replique.
- No quiero discutir. - paso su mano a través de mi rostro. - Solo quiero que estés bien.
- ¿Por qué te preocupas tanto por mi? - quise saber.
- Por la misma razón por la que tú me buscas. - me dijo.
¿Por qué lo aliviaba? ¿A él lo aliviaba saber que yo estaba bien?
- Kamil, se que tu y yo no podemos tener nada. - menciono. - pero no puedo evitar tenerte cerca, y quererte.
- Cesar, sé que me quieres, y yo también te quiero, pero creo que es mejor, por nosotros, que... - no me dejo terminar, me robo un beso.
- Me iré de la casa, Kamil, esta vez lo hare por unos meses, para pensar, sobre nosotros, - tomo aire. - Tengo que olvidarte, tenemos que olvidarnos. - me dijo.
- Creo que tienes razón. - le dije, pero por dentro estaba completamente desmoronada, ¿soportaría estar lejos de el por unos...Meses? - ¿Por cuánto tiempo te vas? - pregunte.
- No lo sé, unos seis meses. - me dijo.
Seis meses, era mucho tiempo, ¿podría olvidarme? ¿Podría olvidarlo yo a él?
- Te extrañare. - le dije.
- No me extrañes, si lo haces, no me vas a poder olvidar. - el rio, ¿por qué lo hacía? - ¿Me darás mi regalo de cumpleaños?
- ¿Que quieres que te regale? - pregunte levantándome del suelo, él me ayudo.
- Un beso. - dijo sonriendo. - El ultimo.
Me acerque a él para rozarle los labios.
- Así no. - dijo él, se acerco mas a mí y tomo la parte de atrás de mi cabeza con una de sus manos.
- Eres un tramposo. - dije después del beso.
- Siempre. - dijo y salió corriendo de la habitación.

21. Sorpresa Parte 2


- Que bipolar eres. - mencione. - primero preguntas porqué te busco tanto, y después tratas de acercarte.

Yo me aleje un poco, y empecé a caminar hacia el jardín, no me había echo gracia lo que había dicho, pues el mismo dijo que teníamos que mantenernos lo más alejados posible.

Sentí que llego a mi lado.

- ¿Que está pasando dentro de la casa? - me pregunto volteándose de espalda sin dejar de caminar.

- ¿Sabes que dicen que cuando se camina hacia atrás se invoca al diablo? ¡Acomódate! - dije y el enseguida se inmuto, a nosotros nos habían criado en la religión católica. - Y... No pasa nada en la casa.

- ¿Y por qué razón no quieren que entre? - dijo. - ellos piensan que porque este afuera no puedo escuchar sus pensamientos, pero si lo hago, fuerte y claro. - me dijo.

- ¿Y los míos, no verdad? - le pregunte.

- No Kamil, yo me cerré a tus pensamientos, pero cuando quiera puedo abrirme de nuevo. - me explico.

- Entiendo. - le dije y me senté en un banco de concreto que había en medio de los arbustos llenos de flores.

Cesar se sentó a mi lado y puso sus manos en sus muslos.

- ¿En serio soy bipolar? - pregunto viendo a lo lejos.

- ¡Si! Si, lo eres. - le dije.

Él rio y se acerco a hacerme cosquillas.

- No, Cesar, por favor no. - grite yo entre risas.

Se detuvo de repente.

- Andrea si es fastidiosa, solo hizo escucharte y ya pensó que había tratado de sobrepasarme. - se abrazo el mismo. - Ella me cree un psicópata, un violador o algo así.

- No le prestes atención. Ella solo se quiere asegurar de que no nos relacionemos más de lo que debemos. - le dije.

- No me gusta que me vigile, ya te lo dije. - estaba frustrado, yo puse mi mano en su hombro.

- Tranquilo, solo relájate. - mi hippie interior salió a la luz.

- ¿Que te hicieron esos Ingleses? - me miro de reojo. - Estas tan pacifica, antes te gustaba pelear.

- Ah, ¿quieres que vuelva la antigua yo? - le pregunte.

- No, así eres más fácil de manejar. - yo abrí mi boca en gesto de asombro.

- Me ofendes. - le dije y me levante.

Volví a empezar a caminar por el jardín. Cesar me siguió.

- ¿Dónde está tu Novio? - me interrogo desde atrás, yo me volví.

- No lo he visto en todo el día, supongo que esta de caza. - le explique, pero yo no tenía porque hacerlo, y ¿por qué preguntaba por él? Si hacia unos minutos había dicho que no era de su confianza.

- De caza, ummm, si claro. - dijo Cesar.

- Pero ¿Por qué hablamos de Danny? Y no de "Susana". - le dije.

- Hace meses no sé nada de esa tipa. - me dijo como si estuviera hablando de una cosa.

- ¿Y donde estuviste estos dos últimos meses? - quise saber.

- En un lugar llamado Memoria*. - me dijo, no entendí.

- Explícate. - le pedí.

- Estuve en muchos lados, pensando, leyendo mi propia mente, ya estoy cansado de leer la de los demás. - me dijo.

- Y ¿por qué no te cierras al igual que hiciste con mis pensamientos? - pregunte.

- Solo puedo evitar una mente a la vez. - yo capte.

Entonces en ese momento nos llamaron desde dentro de la casa, nos fuimos caminando y llegamos a la puerta principal.

- Cesar, ¿Te puedo pedir algo? - le dije.

- Dime. - respondió.

- Háblale a tu mamá. - dije mientras abría la puerta.

Todos gritaron sorpresa y Cesar solo sonrió.

Yo no entendía lo que había pasado entre él y nuestra familia, antes de yo haberme ido a Inglaterra todo estaba bien, todo era perfecto.

Todos se acercaron y lo felicitaron, uno por uno lo fue abrazando.

Sentí que me tomaron el brazo.

- Buen trabajo. - me dijo mi tío Darwim.

En ese momento llego Daniel y me separo de todos, durante toda la noche, y Cesar solo trataba de ignorarnos lo mejor posible.