Amaneció, me desperté de pronto con la alarma de la habitación de Cesar, el no estaba allí.
Salí de inmediato de la habitación y me escabullí a la mía.
- Kamil. - escuche la voz de Andrea. - ¿Se te olvida que somos vampiros y no dormimos?
- Ups. - me di media vuelta y la mire. - me daré una ducha, aunque es muy temprano.
- Son las siete, alístate rápido, las clases comienzan a las ocho. - pauso y me interrogo con la mirada. - ¿Que hacías en el cuarto de Cesar?
- ¿Las siete? ¡Mi dios! - tome aire. - luego te digo ti... ¡Andrea! Voy tarde.
Tome una ducha rápida, me vestí y acomode mi cabello, tome mis apuntes, y el violín.
Me asome a la cocina y estaban tía Anny y Samuel, quien desayunaba para irse al colegio; tome una manzana y me despedí.
- ¿Te llevo? - dijo Cesar desde su moto, cuando salí de la casa.
- ah. - pensé por un momento. - Claro.
El instituto solo se encontraba a cuatro cuadras de la casa, pero iba tarde, necesitaba llegar lo antes posible.
Al llegar al frente del instituto me baje de la moto.
- Gracias, Cesar. - le dije.
- No te acostumbres. - dijo y arranco la moto.
Mi primo debía sufrir algún tipo de trastorno bipolar, me quería, y luego no me quería.
Esa tarde después de clases
Llegue duchándome a la casa, me provoco hacer la comida, así que después de la ducha me fui a la cocina a preparar unos macarrones con queso.
- ¿Que cocinas hija? - dijo mi mamá sentándose en un banquito del mesón de la cocina.
- Macarrones con queso, para los únicos dos humanos de esta casa. - dije riendo.
- Para mí. - dijo Samuel desde el rincón donde estaba sentado, mi mamá no lo había notado, porque dio un salto cuando escucho su voz.
- Samuel, no creo que a tu mamá le guste mucho que te sientes en el piso. - dijo mi mamá, ella tenía razón, mi tía era muy maniática.
Luego de la cena, me fui a mi habitación, a tocar la guitarra, pero como cosa rara, desde que llegue a esta casa, cada vez que llegaba a una parte importante alguien entraba a la habitación.
- Nena. - dijo Andrea sentándose en mi cama. - recuerda que me tienes que contar que hacías en el cuarto de Cesar.
- Ah cierto. - tome aire para empezar a contarle. - Pues sentí que discutía con alguien y fui a la habitación, cuando llegue la persona con la que discutía ya no estaba, seguro era esa tal Susana; entonces me pelee con él, y me iba a venir a mi cuarto, pero dijo que me quedara...
- ¿Que escuchaste? ¿Te dijo que te quedaras? - me invadió con preguntas.
- Escuche una voz de mujer diciéndole que lo amaba - reí - pero él le dijo que él no sentía lo mismo por ella. Y si, dijo que me quedara.
- Que raro, tú eres la única que puede hacer que vuelva a la normalidad, tú eres su hermana. - me dijo.
- Lo sé. - sonreí - y... ¿Donde está?
- Bueno, el vino hace unas horas antes de que llegaras del instituto, y dijo que se iría por unos días. - puso cara de preocupación - No sé lo que paso.
Cesar estaba completamente loco.
- Volverá pronto, ya verás. - le dije.
- No estoy muy segura de eso. - respondió.
Andrea se levanto y salió de la habitación.
Yo deje la guitarra, la guarde en su forro, y me acosté a dormir.