lunes, 8 de agosto de 2011

1. De vuelta en Casa


Y aquí estaba yo, en un avión, camino a estados unidos, volviendo a la tierra donde nací anhelando volver a ver a mis padres después de tres años cuando me fui a estudiar a Inglaterra, ansiaba con todo mi corazón darle un abrazo a mi madre que me enseño todo lo que tenía que saber sobre la música junto con mi padre; también ansiaba ver a mis tías, que seguro me guardaban mil y un sorpresas y historias sobre todo lo que ha ocurrido en estos años; ver y abrazar a mi primo, que a pesar de no tener ni un solo parentesco, nos habíamos criado juntos, y era mi mejor amigo, extrañaba aquellas noches en las cuales nos las pasábamos hablando de todo, no había otra persona aparte de mi primo, al que yo le contara todos mis secretos, mis amores, y mis debilidades.

Ver a mis tíos políticos, a mis locos tíos políticos, que con todas sus peleas hacían que riera hasta en los momentos que no debía reír.

Ansiaba verlos con todas las fuerzas, los extrañe tanto estando en Londres, a pesar que me comunicaba con ellos de todas las formas posibles, mis padres me visitaban cada vez que podían, ya que daban clases en un instituto de música que ellos mismos habían fundado.

Mi familia era la más extraña de todas, de eso estaba segura, pero los quería con toda mi alma y hasta el cansancio.

- Pasajeros por favor ajustar sus cinturones, estamos por aterrizar. - comunico la voz a través de los parlantes del avión.

Ya me encontraba en Estados Unidos, Seattle, para ser exacta.

Al bajar del avión me sentí en casa, busque mis maletas dentro del aeropuerto, y me dirigí a la salida.

Me monte en un taxi y saque un papelito de mi bolso, donde había anotado la dirección que mi madre me había dado hacia unas horas por teléfono antes de salir de Londres de la nueva casa donde mi familia se había mudado, habían decidido comprar una casa donde viviéramos todos, mis padres, mis dos tías, mis dos tíos, mis dos primos y yo; y también se encontraba muy cerca del instituto de mis padres.

Al llegar casi me tiro del auto; al ver la casa me sorprendí mucho, no se parecía en nada a la casa donde había crecido, al contrario, era una mansión, en frente de la puerta de entrada, había una fuente, y un poco mas allá el garaje; tenía que entrar cuanto antes.

Me aproxime a la puerta y toque el timbre, en un segundo, abrieron, era mi padre, yo envidiaba sus cualidades.

Lo abrace, y al soltarlo enseguida observe a mi madre detrás de él, me acerque hacia ella y la abrace lo más fuerte que pude, por un momento se me había olvidado que no estaba abrazando a un humano, y me invadió el frio de su cuerpo.

- Extrañaba tu calor. - dijo mi madre.

- Lo sé mamá. - me aparte un poco. - yo extrañe todo de ti. - le dije y ella rio.

- Y a tu tío Darwim no lo saludas. - dijo mi tío entrando en la habitación, mi padre tomo mis maletas y cerró la puerta.

- Claro que no tío. - me acerque a él y lo abrace.

En eso vi entrar a mi primito de seis años y a mi tía Anny, la mayor; no veía a mi pequeño primo desde que tenía tres años, y por supuesto, ya no era tan pequeño, corrí hacia él y le di un gran abrazo, luego mire a mi tía.

- Kamil, ¿Quien te permitió crecer tanto? - me dijo mirándome de pies a cabeza.

Yo no había cambiado tanto, solo baje unos cuantos kilos, y aumente unos tres centímetros de estatura.

- Tía, no digas eso, no he crecido tanto, a penas tengo veintiuno. - dije de una forma algo engreída.

- Ya eres mayor que tus padres. - escuche la voz de mi otra tía, Andrea, pero ella no menciono que también era mayor que ella, y por cinco años, exactamente.

- ¡Andrea! - dije, a ella no le gustaba que la llamara tía. - ¿Y donde está tu amor? Nunca he visto que se separen ni un solo segundo. - mencione.

- Aquí estoy tonta. - dijo Axel detrás de ella, mi tío, el que me trataba como si fuera su hermana en vez de su sobrina.

Me acerque a él, y le di un puñetazo en el pecho, por supuesto, me dolió mas a mí, se me había olvidado, que la mayoría en mi familia eran vampiros, excepto, mis dos primos y yo, por cierto ¿Donde se encontraba mi otro primo, mi mejor amigo?

- Bienvenida a tu casa. - dijo mi papá.

- Los extrañe, demasiado. - dije, y le dirigí una mirada a todos. - Pero... ¿Donde está Cesar?

- Cesar esta... - El sonido de una puerta abriéndose interrumpió a mi tía Anny, la mamá de Cesar.

- Estoy aquí. - escuche una voz, pero no parecía la de él, estaba más gruesa, pero aun así dirigí la mirada hacia donde la había escuchado.

Allí estaba mi primo, se veía, algo raro, pero corrí hacia él, me abrió los brazos y yo caí entre ellos, su piel estaba fría, y dura, y entonces lo comprendí, se había transformado.

Me aparte, me sentía frustrada, mi primo y yo habíamos hecho una promesa de que nos transformaríamos juntos, el no lo cumplió.

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