miércoles, 31 de agosto de 2011

6. Primer Día de Clases


Amaneció, me desperté de pronto con la alarma de la habitación de Cesar, el no estaba allí.

Salí de inmediato de la habitación y me escabullí a la mía.

- Kamil. - escuche la voz de Andrea. - ¿Se te olvida que somos vampiros y no dormimos?

- Ups. - me di media vuelta y la mire. - me daré una ducha, aunque es muy temprano.

- Son las siete, alístate rápido, las clases comienzan a las ocho. - pauso y me interrogo con la mirada. - ¿Que hacías en el cuarto de Cesar?

- ¿Las siete? ¡Mi dios! - tome aire. - luego te digo ti... ¡Andrea! Voy tarde.

Tome una ducha rápida, me vestí y acomode mi cabello, tome mis apuntes, y el violín.

Me asome a la cocina y estaban tía Anny y Samuel, quien desayunaba para irse al colegio; tome una manzana y me despedí.

- ¿Te llevo? - dijo Cesar desde su moto, cuando salí de la casa.

- ah. - pensé por un momento. - Claro.

El instituto solo se encontraba a cuatro cuadras de la casa, pero iba tarde, necesitaba llegar lo antes posible.

Al llegar al frente del instituto me baje de la moto.

- Gracias, Cesar. - le dije.

- No te acostumbres. - dijo y arranco la moto.

Mi primo debía sufrir algún tipo de trastorno bipolar, me quería, y luego no me quería.

Esa tarde después de clases

Llegue duchándome a la casa, me provoco hacer la comida, así que después de la ducha me fui a la cocina a preparar unos macarrones con queso.

- ¿Que cocinas hija? - dijo mi mamá sentándose en un banquito del mesón de la cocina.

- Macarrones con queso, para los únicos dos humanos de esta casa. - dije riendo.

- Para mí. - dijo Samuel desde el rincón donde estaba sentado, mi mamá no lo había notado, porque dio un salto cuando escucho su voz.

- Samuel, no creo que a tu mamá le guste mucho que te sientes en el piso. - dijo mi mamá, ella tenía razón, mi tía era muy maniática.

Luego de la cena, me fui a mi habitación, a tocar la guitarra, pero como cosa rara, desde que llegue a esta casa, cada vez que llegaba a una parte importante alguien entraba a la habitación.

- Nena. - dijo Andrea sentándose en mi cama. - recuerda que me tienes que contar que hacías en el cuarto de Cesar.

- Ah cierto. - tome aire para empezar a contarle. - Pues sentí que discutía con alguien y fui a la habitación, cuando llegue la persona con la que discutía ya no estaba, seguro era esa tal Susana; entonces me pelee con él, y me iba a venir a mi cuarto, pero dijo que me quedara...

- ¿Que escuchaste? ¿Te dijo que te quedaras? - me invadió con preguntas.

- Escuche una voz de mujer diciéndole que lo amaba - reí - pero él le dijo que él no sentía lo mismo por ella. Y si, dijo que me quedara.

- Que raro, tú eres la única que puede hacer que vuelva a la normalidad, tú eres su hermana. - me dijo.

- Lo sé. - sonreí - y... ¿Donde está?

- Bueno, el vino hace unas horas antes de que llegaras del instituto, y dijo que se iría por unos días. - puso cara de preocupación - No sé lo que paso.

Cesar estaba completamente loco.

- Volverá pronto, ya verás. - le dije.

- No estoy muy segura de eso. - respondió.

Andrea se levanto y salió de la habitación.

Yo deje la guitarra, la guarde en su forro, y me acosté a dormir.

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