miércoles, 28 de septiembre de 2011

13. No Puede Estar Pasando


Cuando fui a soplar las velas, Cesar rodeo mi cintura con su brazo, y segundos después Danny tomo mi mano.

Todos se acercaron a abrazarme, y pude darme cuenta un intercambio de miradas aterrorizantes entre Danny y mi primo.

- La pregunta era... ¿Me abrirás tu corazón? - dijo Danny sin haber soltado mi mano.

Ya Cesar se encontraba sentado, en una de las sillas del comedor, y volteo los ojos cuando Daniel hablo, Andrea quien estaba al lado de él le dio un codazo.

Yo mire a Daniel, no sabía que responderle, había pasado un año desde que él había empezado a cortejarme, y yo no sedea; él era muy guapo, aquí que asentí y él me abrazo.

Horas después todos se habían marchado, cada uno de mis familiares estaba en su habitación y yo me encontraba en la cocina comiendo el merengue que había quedado de la torta.

Al terminar me aproxime a subir las escaleras, camino a mi cuarto escuche una discusión, en la habitación de Cesar, era él, y Andrea.

- Tienes que dejarla ser feliz con alguien que de verdad la quiera. - gritaba Andrea. - Lo de ustedes es imposible y tú lo sabes.

- ¡Pues yo la quiero! Más que eso... ¡La amo! - gritaba Cesar, ¿de quien estarían hablando? - y sé que eso no puede ser, pero tampoco será feliz con él, porque ella no lo quiere.

Me estaba asustando, cada vez me parecía que hablaban de mi, pero eso no podía ser, Cesar había dicho: ¡La amo!, el no podía amarme a mí.

- ¿Por qué no se lo preguntamos a ella? - dijo Cesar. - Pues en este mismo momento nos está escuchando.

Y allí caí, si hablaban de mi, pero, ¡Eso no podía seré! Tenía que estar soñando.

Se abrió la puerta frente a mí, quede paralizada, era Andrea, me jalo del brazo arrastrándome hasta adentro de la habitación.

- Esto es lo que he querido decirte hace más de un año. - me dijo Andrea, yo aun estaba paralizada. - Pero el siempre me interrumpía.

Esto no podía estar pasando, no en mi cumpleaños, no cuando justo había decidido abrir mi corazón.

Yo mire a Cesar, el miraba el suelo.

- No puede ser. - le dije a Andrea.

- Lo es, siempre lo ha sido, ¿no has notado que él nunca ha podido vivir sin ti? - Andrea lo miro, con rabia en los ojos. - Por eso el ya no se la pasa en esta casa, quiere estar fuera todo el tiempo, para no sufrir viéndote, sabiendo que jamás podrá tenerte.

Andrea salió de la habitación con un portazo.

Yo volví a mirar a Cesar, una lágrima corrió por mi rostro, y no sabía la razón.

El corrió hacia mí y limpio la lagrima, yo baje mi cara, y mire hacia el piso.

- Si todo eso es cierto... ¿Por qué nunca me dijiste? - dije sin dejar de ver hacia abajo.

- Porque no podía, porque no fue hasta antes de que te fueras que me di cuenta de lo que siento, de esto. - el me jalo hacia él y me abrazo, yo estalle en lagrimas.

- Perdóname Kamil, pero tú no tenias porque enterarte, tú eres mi prima, mi hermana, y mi mejor amiga. - continuo hablando, yo seguía llorando sobre su pecho.

No entendía la razón por la cual lloraba, tampoco entendía la razón por la cual él se había enamorado de mí.

El me alejo de su costado.

- No llores. Se feliz con Daniel. - dijo levantando mi barbilla para ver mis ojos. - No permitas que tu alma se corrompa por mí.

Se fue caminando a paso muy lento, al pasarme por un lado me volteé y jale su brazo.

- ¿A dónde vas? - pregunte limpiando las lagrimas que aun corrían por mi rostro.

El volvió hacia mí y beso mis labios, yo me paralice, de nuevo.

- Lo siento, lo necesitaba. - dijo y se esfumo, sin responder a mi pregunta.

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