jueves, 5 de enero de 2012

17. Volvió.


Cerré el archivo, y abrí el siguiente.

"Kamil, acabas de llegar, enseguida te diste cuenta de mi transformación, te trate mal, pero tenía que hacerlo, si no lo hacia todos se darían cuenta de mis sentimientos, estas hermosa, mas de cómo te recordaba, me hiciste tanta falta, sé que no puedo acercarme, me hare mucho daño, y siento que te hare a ti también.

Pos: Se que lloraste, te pude escuchar; No quise hacerte llorar (me disculpare en persona)."

El me había llamado hermosa, también había dicho que no se acercaría a mí, pero si lo había hecho, me había pedido perdón ese mismo día.

Abrí el siguiente y último documento.

"Kamil, no pude mantenerme alejado de ti, volveré a ser el mismo, o eso creo, Andrea se está dando cuenta de mis sentimientos hacia ti, me pillo entrando en tu cuarto en la noche, se que te estás preguntando ¿entraste a mi habitación? Pues sí, desde el día en que llegaste estuve entrando a tu habitación mientras dormías, claro excepto ayer, que te quedaste dormida en mis brazos, que noche tan hermosa esa, y si, también me pareces hermosa mientras duermes. Pero tuve que irme, si seguía allí contigo lo más probable era que yo intentara algo más.

Pos: no pienses mal con lo último que escribí, tan solo hablo de querer besarte."

Sentí que alguien abría la puerta, cerré de inmediato la laptop y la escondí entre las sabanas.

- ¿Donde está? - dijo él, era Cesar. - ¿Donde está mi computadora?

La saque de entre las sabanas y se la pase.

El puso cara de apenado, se acerco a mi cama con desdén y se sentó en una esquina lejos de mi mientras agarraba la laptop.

- ¿Leíste cierto? - me pregunto.

Yo asentí, no podía hablar estaba completamente inmóvil, me sorprendió muchísimo que entrara así a mi cuarto, y me sorprendió más aun después de dos meses.

Mi corazón estaba a su máxima velocidad.

- No tienes por qué estar nerviosa, no te hare nada. - dijo.

- No, no estoy nerviosa. - tartamudee, ¿que me pasaba? - Cesar, recuerda que te prohibí leer mis pensamientos.

Le dije refiriéndome a aquella noche en que el noto que yo estaba delante de la puerta.

- Desde la vez que me dijiste eso, no lo he vuelto a hacer. - se acerco mas a mí, mi corazón se acelero aun mas. - Perdón por haberte besado, no debí.

Yo reaccione y me acerque aun mas, nuestros rostros quedaron a pocos centímetros.

- No pidas perdón. - le dije, el suspiro y su aliento recorrió mi rostro. - ¿Como supiste que yo estaba en la puerta esa noche?

El vacilo.

- Tu olor Kamil. - claro, ¿por qué no había pensado en eso?

- Ah, sí, entiendo. - pause. - y... Así que entrabas todas las noches a mi habitación.

- Así es, pero no podía evitarlo. - explico. - y... ¿Como están las cosas con Daniel?

Me sorprendió mucho su pregunta.

- Si eres tonto. - tome su cuello y lo bese, me domino el impulso.

Duramos así aproximadamente dos minutos hasta que...

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