
Cerré el documento y abrí el siguiente.
"Kamil, han pasado seis meses, ya no soporto a la familia, todo esta terrible desde que te fuiste, ya estoy seguro de que mi vida no es igual si tú no estás, y también estoy seguro de que mis sentimientos por ti cambiaron, te amo, te extraño, te necesito, vuelve por favor.
Pos: Ya me hice el tatuaje, es una 'K' entre espinas, casi no se nota, no quería que estas personas que tengo por familia se dieran cuenta."
En esa carta el me había confesado sus sentimientos, Andrea me había comentado que él se había hecho un tatuaje, pero nadie sabía lo que era, y yo aun no lo había visto.
Abrí el siguiente documento.
"Ha pasado un año y medio, ya no puedo más, te extraño demasiado, pero sé que cuando regreses esto no podrá ser, yo no sé si tú me quieras, pero si lo haces todo será imposible, nuestra familia no lo permitirá; conocí a una chica que dice estar enamorada de mí, es una vampiresa, yo no la quiero, pero la necesito para olvidarte, se llama Susana, lo más probable es que no quisieras saber su nombre, pero tenía que decírtelo; mi padre me compro una motocicleta, cuando llegues tienes que montarte conmigo, juro que te pasearte por toda la ciudad, así me lastime hasta el alma, pues se que no te podre tener"
Ya en esa carta había conocido a Susana, pero seguía siendo el mismo chico, el mismo antes de convertirse en el chico que me trato mal el día en que llegue a Estado Unidos después de tres años.
Seguiría leyendo luego, tenía mucho sueño y los ojos me ardían después de haber llorado.
- ¿Kamil? - escuche la voz de mi madre, me levante de la cama limpiando mi rostro. - ¿Qué haces aquí? ¿Donde está Cesar?
Temía que alguien me hiciera esa pregunta.
- Lo siento, me dormí por error aquí. - observe la laptop a mis pies y la empuje hacia debajo de la cama. - No sé donde esta, cuando llegue no estaba. - mentí.
Odiaba mentirle a mi mamá, pero no me quedaba de otra.
Era sábado, tenía el día libre.
- Que extraño, no lo he visto desde ayer en la noche ¿A dónde habrá ido ese muchacho ahora? - dijo saliendo de la habitación.
Yo suspire aliviada, y sentí unas manos frías en mi espalda, me volteé.
- Cesar. - se me escapo, era Daniel. - Oh Danny, ¿como entraste? No te vi.
- Ya sabes, aunque todos aquí aparenten ser humanos, a mi no me gusta mucho aparentar algo que no soy. - dije acercando su rostro a mi rostro, me sentí mal, yo lo había aceptado, y ya había besado a otra persona.
Di un paso atrás.
- ¿Que sucede? ¿No puedo besar a mi novia? - se acerco y me beso, no sentí nada cerca de lo que había sentido con Cesar, eso me aseguro que todo en mi vida había dado un giro de doscientos cincuenta grados.
- El mejor beso de mi vida. - dijo, yo sonreí ligeramente, para mi había sido el peor, pero tenía que adaptarme, el era la única persona que me podría hacer feliz sin sufrir por ello. - ¿estas bien? - pregunto.
- Si, ¿por qué habría de no estarlo? - respondí.
- Ok, y... - el miro a través de la habitación. - ¿Por qué dormiste aquí?
- No lo sé. - lo deje en las nubes. - me daré una ducha, espérame abajo ¿si?
- Claro cariño. - dijo y se esfumo.
Yo me agache y busque la laptop debajo de la cama, la apague y la lleve a mi habitación.
Me fui a duchar, cuando el agua caía sobre mi cuerpo sentía alivio, pero por dentro estaba completamente rota, yo me estaba portando demasiado mal con Daniel, el no merecía que yo lo utilizara, solo para que mi familia no se diera cuenta de lo que yo estaba sintiendo.
Al salir me mire en el espejo.
- ¿Como puedes fingir que todo está bien? - le dije a la figura del espejo.
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